El tradicional Tedeum del 25 de mayo de la Arquidiócesis Mercedes – Luján fue en la Catedral Basílica Nuestra Señora de las Mercedes. El encuentro se realizó tras el acto central por el 25 de mayo compartido en el Teatro Argentino.
El encuentro contó con una amplia asistencia de vecinos y vecinas y asistencia que se dirigió directamente desde el Teatro tras las intervenciones vivida en el acto patrio. El arzobispo SER Monseñor Jorge Eduardo Scheinig, presidió la celebración del Te Deum.
Entre otros conceptos vertidos por su excelencia se encuentran las siguientes afirmaciones: «No cabe la menor duda que el voto es un gesto, una acción fundamental porque pone en juego nuestra libertad y capacidad de decisión colectiva. Pero todos sabemos que no alcanza. Hacen falta gestos de máxima magnanimidad, desinterés y generosidad».
«Es absolutamente necesario que todas las dirigencias del país: la política, la social, la empresarial, la sindical, la religiosa, todos, tengamos gestos concretísimos de diálogo. Los que toman decisiones que afectan a todos, deben sentarse a dialogar para buscar acuerdos fundamentales y políticas de Estado que perduren en el tiempo, y lograr de esta manera las transformaciones necesarias».
«Debemos acabar con el tiempo de los grupos encerrados, alejados de la realidad; de los insultos; de los enemigos. Se debe terminar con la incapacidad para negociar políticamente y acordar. Si nos cuesta bajarnos del caballo, deberíamos pensar y más aún, deberíamos sentir en el corazón el dolor que genera la enorme mayoría de niñas y niños pobres que tienen sus vidas rotas y comprometidas para siempre. Es necesario dejar de mirarnos a nosotros mismos y mirar el rostro de esos niños y niñas. Y si mirando esos rostros no se generase conmoción interior, esa persona, no podría estar en el lugar de la responsabilidad y de la toma de decisiones que afectan a todos».
«La Patria necesita una dirigencia sin ataduras de ningún tipo; por el contrario, muy libres de cualquier negociado espurio, ilegítimo y corrompido, una dirigencia totalmente comprometida con hacer el bien, buscando la dignidad y el desarrollo integral de cada persona y de todo el pueblo».
«Todos los ciudadanos debemos revisar nuestros gestos para con la Patria. Nadie está exento de caer en ese individualismo diluyente que nos vuelve egoístas, mezquinos y desinteresados del otro. El individualismo no genera una libertad creativa que busca soluciones a los problemas comunes, por el contrario, busca sólo salvarse a sí mismo. El individualismo es insolidario».
«Pienso que todas y todos los jóvenes, posiblemente menos contaminados de tantos desencuentros, pueden encontrar una puerta de salida a este laberinto. Ellos no son el futuro, son el presente. Necesitamos confiar en ellos. Los adultos, debemos asumir que lejos de haber abierto puertas, por muchas razones, las hemos cerrado brutalmente, dejando en el presente una Patria herida».