Así lo difundió el referente del Frente Renovador Federico Guibaud. El ministro de Economía, Sergio Massa, llegó este fin de semana a un acuerdo con dirigentes sindicales de la Confederación General del Trabajo (CGT) para dar un «alivio fiscal» a unos 600.000 trabajadores que pagan el Impuesto a las Ganancias. «Gracias a la convicción de Sergio Massa de seguir defendiendo el salario, más de 600 mil trabajadores y trabajadoras dejarán de pagar el impuesto y tendrán un gran Alivio Fiscal. En Luján 1955 trabajadores y trabajadoras dejarán de pagar el impuesto a las Ganancias», destacó el concejal mandato cumplido.
En concreto, el Gobierno anunció que quedarán afuera del pago los adicionales de convenio, lo que implicará una mejora salarial de bolsillo de hasta el 16%, según el rubro en el que trabaje cada empleado.
Los conceptos que ya no serán gravados serán los bonos por productividad, fallo de caja y conceptos de similar naturaleza; la movilidad, los viáticos y otras compensaciones análogas; las horas extras, los adicionales por turno rotatorio y similares, informaron en el Palacio de Hacienda.
Del total de los 600.000 empleados que cobran adicionales salariales y pagaban el Impuesto a las Ganancias por eso, unos 270.000 corresponden a la provincia de Buenos Aires, 75.000 a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 48.800 están radicados en Córdoba, 46.400 en Santa Fe y 21.600 en Mendoza, entre otros distritos.
«Gracias a la convicción de Sergio Massa de seguir defendiendo el salario, más de 600 mil trabajadores y trabajadoras dejarán de pagar el impuesto y tendrán un gran Alivio Fiscal. En Luján 1955 trabajadores y trabajadoras dejarán de pagar el impuesto a las Ganancias», destacó en sus redes sociales el referente del Frente Renovador local, Federico Guibaud.
La oficialización será esta semana a través de resoluciones de la Subsecretaría de Ingresos Públicos, el Ministerio de Economía y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en conjunto.
La medida era uno de los principales reclamos de la dirigencia sindical, que está presionada por sus bases por la inflación. En este contexto, el techo de 60% a las paritarias quedó desactualizado y son cada vez más los gremios que negocian revisiones incluso bimestrales, como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).