Frente a un mercado nacional e internacional más selectivo y exigente, surgen nuevas herramientas digitales que brindan información específica, precisa y confiable sobre cada eslabón de la cadena productiva. Calidad, seguridad alimentaria y sustentabilidad, entre las demandas de los consumidores. La mirada del INTA y la propuesta de Tracestory, la primera startup en sumarse a AgTech.AR.
Entre los requisitos esenciales de todo producto, la calidad es uno de los primordiales. Y, en los últimos años, este concepto evolucionó para convertirse en un factor estratégico clave del que depende la fidelidad del consumidor y el éxito de su comercialización. Así lo entendieron en Tracestory, una aplicación tecnológica basada en trazabilidad colaborativa, que recopila la información productiva de cada eslabón de la cadena de valor para generar transparencia y certeza.
Esta startup es la primera en sumarse a Agtech.AR, la plataforma que reúne soluciones tecnológicas nacionales y acelera la vinculación y la colaboración entre empresas jóvenes o startups, productores, inversionistas, universidades y emprendedores. Este espacio virtual se obtuvo mediante un convenio entre BMEL de Alemania y la Secretaría de Agricultura del Ministerio de Economía de la Nación, con fuerte participación del INTA.
“Hay un marcado interés en la sociedad de saber más sobre los alimentos que consume”, indicó Gabriela Tallarico -coordinadora del programa AgTech del INTA- quien reconoció el rol de las herramientas digitales que hoy están disponibles para el sector agropecuario que permiten asegurar la trazabilidad de los productos en todos los eslabones de la cadena de producción.
“Mediante las AgTech es posible identificar con precisión la procedencia de las semillas o la genética de los animales, así como las variedades de granos utilizadas en su alimentación, por ejemplo”, aseguró la especialista y no dudó en aseverar que “las AgTech tienen una gran oportunidad, no solo para garantizarle a los consumidores la información que exigen, sino como potenciales promotores de cadenas de valor más transparentes, ágiles y con controles certificados”.
Por su parte, Juan Oliva –responsable de marketing de Tracestory– explicó: “Identificamos que los mercados más selectivos y competitivos exigen cada vez más confianza y certezas sobre los productos que consumen, en especial, de los alimentos”.
En esta línea, Oliva hizo una diferenciación entre las demandas del mercado nacional e internacional: “En la Argentina, los consumidores piden calidad y seguridad alimentaria, mientras que en el mundo estos aspectos los dan por descontado y exigen, además, la sustentabilidad”.
TraceStory es un software de estructuración y agrupación de datos que da respuesta a estas demandas al generar transparencia en la cadena de valor y confianza entre los consumidores. Con tres años de antigüedad, esta startup nacional ya es una empresa rentable. “Pisamos fuerte en productos como la carne pastoril y maní para exportación, así como en algodón, cervezas y vinos”, indicó Oliva.
“Nuestra plataforma hace hincapié en las relaciones de cooperativismo y no de tensión entre los eslabones de la cadena”, señaló Oliva. Según explicó, esta agtech se basa en la trazabilidad colaborativa y genera un registro digital confiable del origen y la transformación de la materia prima al producto final. “Esta información transparente, segura e instantánea se aprovecha por diversos actores a lo largo de toda la cadena de valor”, subrayó Oliva.
Es un software toma datos de diversas fuentes y puede trabajar con integración en blockchain para agregar valor en aquellos productos que demandan información de trazabilidad.
Para esto, ofrece la posibilidad de disponer de un código QR en el empaque del producto final para que el consumidor acceda a evidencia específica, precisa y confiable de las contribuciones de todo el proceso a la calidad, bienestar animal, sustentabilidad, productividad y seguridad alimentaria.
A su vez, esta startup ofrece al productor otra herramienta que muestra el análisis de datos generados en el momento mediante un tablero de comando. Así, por ejemplo, puede estudiar cómo responde determinada genética a una alimentación específica, o bien cómo impactan ciertas prácticas de bienestar animal en la calidad del producto final.
“Tenemos muchas expectativas de sumarnos a la vidriera Agtech.AR para poder conseguir inversores y clientes, pero sobre todo encontrar otras agtech con quienes colaborar”, En esta línea, no dudó en subrayar: “Ninguna agtech puede avanzar sola. Nos necesitamos para alinearnos y que cada una resuelva una parte del problema, por otro lado, necesitamos y agradecemos el apoyo instituciones como INTA y la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación que contribuyen con asesorías técnicas y este tipo de espacios de vinculación”, concluyó Oliva.