La vicepresidenta de la Nación recibió a curas villeros y hermas laicas en el Senado de la Nación. Frente a ellos, recordó las palabras emitidas por el Papá Francisco. Fue su primer acto público luego del intento de asesinato contra su persona. Hizo referencia a su ausencia en la Misa por la Paz y la Fraternidad en Luján, encabezada por el presidente Alberto Fernández. “Me hubiera gustado estar en la Basílica de Luján pero iba a haber mucha seguridad y quería entorpecer con mi presencia lo que era un momento muy especial”, señaló.
En el marco de la primera aparición pública tras el intento de asesinato contra su persona, la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recibió a los curas villeros y hermas laicas para agradecerles por su labor social. “Quiero agradecerles que hayan venido. Yo quería que mi primera actividad pública fuera con ustedes. Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen. Así que me pareció que si tenía que agradecer, tenía que hacerlo rodeado de ustedes, con los curas villeros y las hermanas laicas”, expresó.
También hizo referencia a su ausencia en la Misa por la Paz y la Fraternidad en Luján, encabezada por el presidente Alberto Fernández. “Me hubiera gustado estar en la Basílica de Luján pero iba a haber mucha seguridad y quería entorpecer con mi presencia lo que era un momento muy especial”, señaló.
Además, recordó la llamada que el Papá emitió en la mañana posterior al atentado. “El Papá Francisco me llamó temprano ese viernes. Me dijo que los actos de odio y violencia siempre son precedidos por palabras de odio. No quiero hablar de ese día”, indicó.
No obstante, prefirió no seguir hablando de ello y enfatizó: “Quiero hablar de mi país y de nuestro pueblo, y de lo que ustedes ven y viven en los barrios, desde la inflación y la necesidad de la gente”. “El orden que dimos fue que la familia coma toda junta”, resaltó al destacar las políticas sociales de su Gobierno.