Como suele suceder, este 25 de septiembre se realizará en Jáuregui la famosa Carrera de Autitos a Piolín, organizada por el Grupo Scout N° 1 San Luis Gonzaga. Comenzará en horas de la mañana en Av. Flandes entre San Luis Gonzaga y Pueyrredon. “El auto es de fabricación casera por lo tanto desde la previa se busca que se genere esa vinculación de la familia con el niño o niña”, expresó uno de los dirigentes, Bernardo Pignataro.
Ese día en particular y desde muy temprano, comienzan a sentirse aires festivos en la localidad vecina. Sucede que muchos pequeños y pequeñas de diversas edades junto a su mecánico, esperan esa fecha con muchas ansias. No sólo para correr por las calles sino para mostrar su auto que produjeron con mucho entusiasmo junto a su familia.
La dinámica del evento, por lo general es la misma que todos los años. “El día anterior a la competencia, los competidores tienen que llevar el auto a un espacio cerrado. Al día siguiente está la primera etapa a la mañana para las categorías más grandes, a la tarde se inicia con la categoría promocional de los más chiquitos y los más grandes tienen una segunda etapa promocional”, contó Pignataro a TRIBUNA DEL PUEBLO.
En el historial de la Carrera de Autitos a Piolín quedó grabada la edición 2019, debido a que en ese momento, la cantidad de inscriptos superó a otros años. Hubo más de 450 participantes de entre 3 y 14 años. Luego llegó la pandemia, para 2020 no se pudo realizar y hacia 2021 logró llevarse a cabo pero con algunas restricciones. Desde los Scouts, este año esperan volver a batir récord.
Es una actividad de la que todos se llevan un premio con tan sólo participar. Después existen otro tipo de premiaciones cómo por ejemplo, originalidad en el auto realizado, mejor tiempo en competencia, creatividad a la hora de correr. Esos obsequios nacen de donaciones de las personas que participan y también de comercios que tengan el deseo de aportar su granito de arena. A la hora de que suena el timbre de largada, los niños y niñas agradecen al comercio con publicidad en su pechera.
Todas las ediciones tienen una meta por cumplir. “El objetivo para cumplir es reforzar esos lazos familiares, esa cuestión de compartir. Ir a disfrutar de un evento saludable, dónde todos se llevan premios y dónde nosotros queremos que todos se vayan de las calles de nuestro pueblo con una sonrisa”, comentó Pignataro.
Si de disfrutar momentos se trata, esta iniciativa es ideal. “Cuando ves que las cosas que van bien y están cumpliendo su cometido. Cuando ves a los chicos sonreír. Cuando ves que la están pasando bien a su familia. Cuando ves a los chicos hacer un sprint porque quieren restar unos segundos con el tiempo que hicieron. Cuando los ves involucrándose a full en la carrera. Me parece que ahí está la clave”, finalizó Bernardo.