La UFI 10 de Mercedes a cargo de la doctora María Laura Cordiviola realizó una serie de allanamientos tras la balacera a los hinchas de Luján que dejó como saldo la muerte de un joven de 18 años y nueve heridos, dos de ellos de gravedad
Según relata el periodista Gustavo Grabia en Infobae, «El día después del salvaje ataque de la barra de Alem a los hinchas de Luján, que dejó un muerto y nueve heridos, de los cuales dos siguen en grave estado, la Justicia activó la investigación y ya tiene dos detenidos y otras tres personas que están siendo intensamente buscadas. Y uno de los que se encuentra en la mira es Ariel González, hijo del presidente del club».
«Ariel González está sindicado según la investigación policial como el presunto jefe de la barra, algo que ya habían señalado en un hecho anterior en junio en una causa que no prosperó, y además como usuario del Peugeot 308 blanco del que según los testigos bajaron dos personas y dispararon contra los hinchas del equipo rival. A última hora de la tarde se allanó la casa familiar de los González, pero no encontraron ni el auto ni a ninguno de los moradores, sólo apareció la madre y ex esposa de Carlos González, presidente del club, cuando ya el operativo estaba terminando. Igual, habrá que ver si pueden probar que el funcionario municipal estaba en el lugar del hecho o si el auto que se le adjudica estaba siendo manejado por otra persona el domingo. Pero su situación, según fuentes de la investigación, está muy complicada por estas horas».
«La causa la está llevando adelante la UFI 10 de Mercedes a cargo de la doctora María Laura Cordiviola. Y a partir de las imágenes de video y de los testimonios recabados ya tienen armado el rompecabezas de cómo sucedió todo. A diferencia de lo que se pensaba en un primer momento, hubo dos acciones a balazos y no sólo una: la primera ocurrió sobre la propia calle del estadio, donde ahí habrían participado los ocupantes del Peugeot blanco y de un VW Vento oscuro del que se ve que salen armas, y un segundo hecho producido a 150 metros de la cancha, donde quienes dispararon habrían bajado de un Corsa blanco y habrían sido proveídos de las armas por los ocupantes de un Audi Negro. Por eso la Justicia fue sobre los presuntos dueños de esos cuatro autos, y también de un Sandero color bordó, que habría sido clave para la huida junto a una camioneta que extrañamente no tenía patente, pero que según informes de la Bonaerense pertenecería a un hombre cuyas iniciales son P. F., con vínculos muy estrechos con la política, el sindicalismo y los bajos fondos de todo General Rodríguez».
«Así se hicieron allanamientos sobre los presuntos dueños de esos cinco autos y sólo dieron con dos. César Ramírez, detenido y acusado de ser el propietario del Corsa blanco que participó del segundo hecho y Mauricio Pare, titular del Sandero bordó que sirvió para la huida. También quedaron demoradas dos mujeres acusadas de encubrimiento porque presuntamente fueron las encargadas de intentar descartar la ropa de Ramírez para que no pueda identificárselo. Ambas quedaron en libertad por la noche. Además se hicieron allanamientos en el club y en la sede donde estuvo presente el vicepresidente del club. Allí se encontró en una oficina un revolver calibre 38 con todo el cargador lleno. Pero nadie se hizo cargo de la posesión de ese arma, que fue llevada por los uniformados para ser periciada. Igual no parece que esa pistola haya participado del ataque, porque los casquillos levantados en la cancha de Luján eran nueve milímetros».
«La investigación avanza a pasos agigantados y se esperan nuevas detenciones en las próximas horas. Claro que involucra a gente muy cercana al poder de General Rodríguez y eso tiene en vilo a toda la comunidad. De hecho, no hubo pronunciamientos contundentes hasta ahora del municipio».