Por iniciativa de los senadores Carmen Álvarez Rivero y José Mayans, la imagen de la Virgen de Luján que acompañó a los soldados argentinos en la guerra de Malvinas realiza una visita al Senado de la Nación.
La “Virgen Malvinera” llegó al Palacio Legislativo en manos del obispo castrense de la Argentina, monseñor Santiago Olivera, y escoltada por Granaderos del Regimiento General Don José de San Martín, y una comitiva de la diócesis castrense. En el umbral fue recibida por trabajadores del lugar veteranos de Malvinas, a quienes fue entregada para trasladarla hacia el interior del edificio.
Una vez en el salón de las Provincias, donde fue recibida con aplausos, la imagen fue colocada en un pedestal, donde le fue entregada una ofrenda floral. Permanecerá allí hasta la tarde del jueves 16 de junio, escoltada permanentemente por los granaderos.
Acompañaron al obispo castrense el vicario general, monseñor Gustavo Acuña; el canciller castrense y capellán mayor de la Armada Argentina, presbítero Francisco Rostom Maderna; los capellanes mayores de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad: padre Eduardo Castellanos, capellán mayor del Ejército Argentino; padre César Tauro, capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina; padre Jorge Massut, capellán mayor de la Gendarmería Nacional Argentina; el padre Rubén Bonafina, capellán mayor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria; y el rector de la catedral castrense Stella Maris, padre Diego Pereyra.
Participaron del acto autoridades y miembros de las honorables cámaras de Senadores y Diputados de la Nación, trabajadores legislativos miembros de la Dirección Gesta de Malvinas de la Cámara Alta, entre ellos miembros de la Comisión Combatientes de Malvinas de la Asociación del Personal Legislativo (APL). También estuvieron presentes autoridades y miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad nacionales, provinciales y municipales.
La senadora Carmen Álvarez Rivero pronunció unas palabras de bienvenida en las que destacó que se trata de un acto muy emocionante. “Cuando estuve, en febrero de este año, frente a la imagen de la ‘Malvinera’, de la que no sabía su historia, en un altar junto a las Islas, junto a fotografías que nos recuerdan la gesta de Malvinas, le dije a mi amigo, monseñor Santiago Olivera: ‘No la podemos dejar acá, la tenemos que llevar al Senado, y si le parece, la tenemos que llevar por toda la Argentina’. Y era lo que estaban haciendo”.
“Rescato por encima de todos los problemas que tenemos en la Argentina, a Malvinas como punto de encuentro entre los argentinos. La causa Malvinas es un signo de unidad entre los argentinos, y creo profundamente que la Peregrina de la paz se va a encargar de trabajar por la unidad de los argentinos”, expresó. Seguidamente, le fue colocado a la imagen un pin del Senado de la Nación, que la acompañará en su peregrinación.
Monseñor Olivera, luego de agradecer la posibilidad de esta visita, relató luego la historia de esta imagen “Malvinera y misionera”. La imagen de la Virgen, afirmó, “es estrella de la Evangelización, abre puertas” y destacó que la providencia haya querido “que un grupo de laicos intuyeran que los veteranos de Malvinas puedan tener un espacio para compartir, rezar juntos, para ser valorados”.
Este grupo de laicos, relató, venía acompañando por medio de encuentros, cobijados por la Virgen de Luján, a los veteranos, y descubrieron, por medio de un artículo en La Gaceta de la Asociación de Veteranos de Malvinas, que esta imagen que estuvo en Malvinas se encontraba en la catedral británica de Anderson.
“Estos laicos empezaron el camino que al principio pretendían ‘rescatar’ a María, pero luego vieron que era bueno decir ‘volviendo a casa’. Entonces contactaron a monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, con el sacerdote que acompaña al grupo ‘La Fe del Centurión’, manifestando el deseo de que la imagen pudiera retornar a la Argentina”, recordó.
Monseñor Olivera contó también que esa tarea le fue confiada a él, que a través del diálogo con el obispo castrense británico, monseñor Paul Mason, quien tuvo una actitud muy buena hasta que se concretó el retorno de la imagen.
“María nos primerea, se adelanta, nos llama sin dudas a la unidad”, aseguró. “En la guerra podemos ser circunstancialmente enemigos, pero luego de la guerra podemos ser amigos, más allá de que nadie renuncia a la certeza de que las Malvinas son argentinas”.
Monseñor Olivera también recordó que la restitución de la imagen se produjo en octubre de 2019, en el marco de un encuentro internacional de obispos castrenses, donde el papa Francisco recibió la imagen Malvinera de manos del obispo Mason, un momento que consideró “muy significativo”, donde además rezaron frente a una lápida del soldado sólo conocido por Dios. A su vez, el obispo argentino llevó una réplica para obsequiarle a los británicos.
“Esta maternidad de la Virgen hizo que quisiera quedarse entre nosotros, a orillas del Río Luján. Y la Virgen Malvinera quiso estar con sus hijos que estaban combatiendo en Malvinas, en circunstancias tan difíciles, tan adversas, María estuvo allí”.
“Tenemos la gracia de que esta imagen nos evoque la cercanía de la Virgen, el amor de María, y que nos invite a cumplir la voluntad del Padre, a hacer lo que Jesús nos dice. Que no sea solamente una memoria del pasado sino una memoria actualizada de lo que María puede seguir haciendo por nosotros”, anheló.