El Papa Francisco ha tomado la decisión de consagrar a Rusia y a Ucrania al Inmaculado Corazón de María el próximo 25 de marzo a las 17 de Roma en la Basílica de San Pedro, en el contexto de una solemne celebración penitencial cuaresmal. El mismo día coincidiendo con el horario de Roma, a las 13 en la Basílica Nuestra Señora de Luján, el presidente del Episcopado, Monseñor Oscar Ojea, presidirá la celebración de la Misa en la cual se rezará especialmente pidiendo el don de la paz para estas naciones y para el mundo entero.
La Santa Sede ha propuesto que se implore a la Virgen Santísima para que Jesucristo, nuestra paz, haga nuevas todas las cosas al interior de nuestras almas y en la entraña más profunda de los pueblos que hoy se encuentran en conflicto. Al mismo tiempo ha invitado las Conferencias Episcopales que se sumen al gesto de nuestro Pastor Universal.
Monseñor Ojea ha invitado a concelebrar a los Obispos que les sea posible. Igualmente, se unirán desde los Santuarios y Diócesis del País a esta oración fervorosa por la paz entre los pueblos.