El Presidente, Alberto Fernández, dio inicio este martes al 140 período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, con un discurso ante la Asamblea Legislativa en el que planteó el escenario actual del país y las políticas a desarrollar durante el año en curso.
Sobre el nuevo acuerdo, al que calificó de «entendimiento inusual», Fernández aseguró que «no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el Gobierno anterior», sino que es una refinanciación.
«Se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de 4 años y medio. Podremos utilizar ese tiempo para que semejante carga de deuda no detenga el crecimiento. El acuerdo no resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección», agregó.
Además dijo que «no contempla restricciones» que posterguen el desarrollo y que la reducción gradual del déficit «será compatible con una expansión moderada del gasto primario real que permitirá apuntalar la fuerte recuperación económica en curso».
En el mismo sentido, negó que se hayan acordado «tarifazos» o restricciones a derechos laborales o jubilatorios. En su mensaje, Fernández -quien pocas semanas atrás visitó Beijing- anunció que el lunes recibió «la confirmación del gobierno chino» para la ampliación y uso del Swap con ese país.
Respecto de la inflación, señaló su naturaleza «multicausal»: «Seguiremos la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social».
Reforma judicial
Sobre el Poder Judicial, dijo que se necesita «una reforma integral del sistema de administración de justicia federal» y aseveró que «la conformación y funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia también debe ser objeto de análisis y decisión en este ejercicio legislativo».
Malvinas
A 40 años de la guerra de Malvinas, Alberto Fernández reiteró que la Argentina continúa «su búsqueda de una solución negociada y pacífica de la disputa de soberanía» sobre esa parte del «territorio que se encuentra usurpado».
«Esta época bisagra de la historia, de la Argentina, del mundo, del universo, necesita que le propongamos un sueño. Un propósito: queremos dejar de ser víctimas de todo y pasar a ser propulsores de algo. Pasar del miedo a la ilusión. De la muerte a la creación. Hay que sacar la utopía del pasado y volver a ponerla en el futuro», concluyó su discurso.