Con el lema «Navidad nos renueva», Cáritas apela a la generosidad de los argentinos en la colecta especial de fin de año. La campaña, que comenzó el 8 de diciembre, se extenderá hasta el 31.
En esta temporada de Adviento, Cáritas presentó su tradicional campaña solidaria de fin de año, que este año lleva el lema «Navidad nos renueva» y convoca a la generosidad de los argentinos con los que menos tienen.
La campaña comenzó el miércoles 8 y se extenderá hasta el 31 de diciembre. Busca sostener la ayuda brindada a cientos de miles de hermanos con demandas impostergables, agravadas por la pandemia que afectó el trabajo y la economía.
Con motivo de la Navidad, palabra que ya nos recuerda paz y alegría, Cáritas invita a las personas de buena voluntad y aun a los no creyentes, a compartir esa felicidad dando más, aportando lo que se pueda, para que todas las familias argentinas puedan compartir esa mesa del encuentro, una caricia en medio del dolor.
Desde el comienzo de la emergencia, Cáritas se esforzó por proteger y contener a los sectores más expuestos de la sociedad. En cuanto a la ayuda alimentaria, articula acciones con los organismos del Estado, con empresas y con otras organizaciones, para sostener a muchas familias, tanto a las más pobres como a las que hoy no pueden vivir de su trabajo diario. En estos dos años de pandemia, Cáritas casi duplicó la asistencia en comedores, ollas populares y merenderos del país llegando a más de 3.000.000 de personas. Y también se ocupó de llevar el mensaje del amor de Dios por cada uno, a miles de familias agotadas, desesperadas.
“Cáritas sigue alentando el trabajo, la organización comunitaria, el sostenimiento y la reconstrucción de la esperanza, para los más pobres, desde acciones concretas y con cercanía hacia ellos”, destacó Nicolás Meyer, director ejecutivo de la institución.
Así, desarrolla durante todo el año múltiples programas de ayuda inmediata y de promoción humana como microemprendimientos productivos y de autoconsumo, capacitación laboral, planes de inclusión educativa, abordaje pastoral y comunitario de las adicciones, cuidado de la primera infancia, formación en ciudadanía, centros de atención integral, jardines maternales. Se suma también el trabajo con personas en situación de calle, junto a otras muchas acciones de tipo asistencial, para atender la urgente situación social.
“La Navidad, que este año estará coloreada de nostalgia por ausencias muy sentidas, sigue siendo una fiesta de la esperanza. Es una invitación a empezar de nuevo. Una ocasión para dar gracias por la vida”, recordó monseñor Tissera y agregó: “Dios no abandona a su pueblo. Queda mucho camino por andar. La estrella de Belén nos conduce para no andar a tientas, y llevarnos al encuentro del Niño Jesús que vive misteriosamente en cada persona».