El cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica en la mujer, pero es bueno saber que más del 85% de los tumores se detecta con la realización de una mamografía anual y que el 95% de los casos que se detectan a tiempo pueden curarse. En el Día Mundial de la Lucha contra esta enfermedad alientan a no postergar los controles y prevenir.
En el marco del mes de lucha contra el cáncer de mama que se celebra durante octubre, los especialistas remarcan la importancia de la realización del control anual y de la mamografía para detectar tempranamente de la enfermedad.
Las restricciones sociales y el temor al contagio por la pandemia tuvieron un impacto no deseado en el control mamario de rutina: el año pasado, las consultas que favorecen la detección temprana del cáncer de pecho y el inicio de tratamientos disminuyeron alrededor del 50% con respecto del promedio anual de la última década, de acuerdo con la Sociedad Argentina de Mastología (Samas).
Y, a pesar de que las mujeres están volviendo a hacerse la mamografía desde finales del año pasado, los especialistas coinciden en que estos chequeos todavía no recuperan la normalidad prepandémica en la mayoría de las instituciones.
Cada año, datos del Instituto Nacional del Cáncer (INC) indican que se les diagnostica cáncer de mama a unas 19.000 argentinas y ocurren unas 5600 muertes por esa causa. Pero faltan registros nacionales sobre el año pasado. La estimación de la Samas surge de la experiencia que se reunió de los servicios especializados de hospitales, sanatorios, centros de oncología y de estudios por imágenes.
El presidente de la Sociedad Argentina de Mastología, Juan Luis Uriburu, explicó que “lo mejor en diagnóstico es la mamografía anual a partir de los 40 años”, que “no previene” la enfermedad, pero al identificar su presencia en etapas más tempranas “permite tratamientos menos agresivos” y elevar las chances de curación “hasta el 95%”.