Esta ley cuenta con el apoyo de la mayoría de las asociaciones de nutrición y de los organismos internacionales dedicados al mejoramiento de la salud. Solo se oponen a ella quienes presentan conflictos de intereses, generalmente defendiendo a las grandes corporaciones de la industria alimentaria. Nueve de cada diez personas apoyan que se incluya en los envases de comidas y bebidas una etiqueta que advierta sobre exceso de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, tal como establece el proyecto de ley que fue aprobado por el Senado y espera sanción en la Cámara de Diputados.
Según una encuesta realizada por la ONG Fundación InterAmericana del Corazón Argentina (FIC), el 91% de las 1167 personas entrevistadas «apoya una política que incluya sellos negros de advertencia en el frente de los envases de alimentos y bebidas con exceso en nutrientes críticos (azúcares, sodio, grasas totales, grasas saturadas) y calorías».
De acuerdo a ese estudio, el alto porcentaje de adhesión a este proyecto «se observó en todos los grupos de edad y niveles socioeconómicos (93% para el nivel socioeconómico más alto y 87% para el más bajo)».
¿De qué se trata? Esta Ley obliga a todos los productos no saludables a llevar un sello de advertencia visible y claro. Los sellos, de forma octogonal y con fondo negro, identifican los excesos en azúcares, sodios y grasas, siguiendo los parámetros nutricionales de la Organización Panamericana de la Salud.
Hoy, en cambio, las grandes corporaciones industriales reducen costos introduciendo ingredientes nocivos para la salud, muchos de los cuales no sabemos que están en nuestros alimentos. En los envases, la información nutricional es confusa y engañosa. Por eso las grandes corporaciones se oponen, con todo tipo de argumentos, a la aprobación de esta ley.
La mala alimentación es una de las principales causas de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares, entre otras. Son justamente los sectores más empobrecidos los que quedan más expuestos a las dietas insalubres. La diabetes, por ejemplo, crece en modo exponencial entre los niños y niñas de los sectores populares.
No se pudo tratar la ley de etiquetado frontal