Monseñor Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de Mercedes–Luján, presidió la misa por los enfermos y fallecidos por Covid-19 en la parroquia San Cipriano de la ciudad bonaerense de General Las Heras, donde invitó a “ponernos el guante de misioneros”.
El arzobispo mercedino explicó que Dios tiene un sueño para cada persona, y aclaró: “Para eso predica Jesús, para que el sueño de Dios se haga realidad. Jesús quiere que aquellos a los que Él llama ‘sus seguidores’ sigamos trabajando para que ese sueño se haga realidad en todos los tiempos y lugares del mundo”.
“Nuestra misión es hacer que las personas se pongan de pie”, exhortó. Para eso resume en dos criterios: “Él nos convoca” y “nos manda de dos en dos”.
“No somos misioneros por capricho, sino que Él nos convoca”, afirmó. En ese sentido tomó la primera lectura: “Amós era un cultivador de ideas dedicado a cuidar los rebaños. Dios le pide que vaya a su pueblo y le diga de su parte lo que Él quiere. ‘Yo no tenía ganas de esto’, dice Amós, ‘pero Dios me llamó’. Cada cristiano es indicado para una misión y si vos no hacés tu misión, otro no puede hacerla por vos”.
Monseñor Scheinig explicó que, en la época de Jesús, se llamaba a dos personas para ser testigos de alguna cuestión jurídica y puntualizó: “Por eso nos llama de dos en dos. Para que lo que ustedes anuncien tenga autoridad y credibilidad. ¿Cuándo uno es creíble? Cuando vive lo que dice”.
“Nuestra misión es hacer que las personas se pongan de pie. No estamos para defender a Dios, Dios no necesita que lo defiendan. Estamos para defender a las personas de todo lo que les hace mal y ungirlos con el óleo que da vida que es el Espíritu”, concluyó.