La ceremonia se efectuó en Marcos Paz y fue encabezada por SER Monseñor Jorge Eduardo Scheinig. «Permanezcan en mi amor» fue el lema elegido por el nuevo sacerdote. El presbítero se desempeña en la Basílica de Luján.
El Arzobispo de Mercedes Luján celebró la misa acompañado por los Vicarios Generales y sacerdotes de la arquidiócesis, contó con la participación de fieles de distintas comunidades y fue transmitida en vivo por los canales digitales del Arzobispado: Youtube: Arquidiócesis Mercedes Luján y Facebook Arzobispado Mercedes Luján.
Al final de la celebración, el nuevo sacerdote Sebastián dirigió unas palabras de agradecimiento a su familia, al Seminario Santo Cura de Ars, a todos los sacerdotes y a las comunidades por donde ha caminado durante sus años de formación inicial.
Y reconoció: “Tengo un sueño: que todos puedan sentirse tan amados por Dios, como yo me siento ahora; que puedan conocer el amor de Dios, enamorarse de Él y así sanar y redescubrirse amados. Para eso pido al Señor, como el rey Salomón en su sueño en Gabaón, un corazón que escuche al pueblo, en sus sueños, en sus esperanzas, en sus proyectos. Sostener la esperanza y ser testigos de que es posible ser feliz en esta vida. Y pidió que lo acompañemos con su oración.
En tanto en su homilía, SER Jorge Eduardo, destacó “vos querido Sebastián, nosotros, no somos de otra época, estamos en el mismo barro cultural. Vos sos un joven-adulto de este tiempo y de esta cultura. Y en algún momento de tus búsquedas para encontrar el sentido de tu existencia, escuchaste una Voz que supiste distinguir entre otras, que incluso, seguramente, sonaban más fuerte. Es que la voz de Jesús, aunque tenue, suena según la vibración del corazón de cada ser humano, porque es una voz personal que seduce y atrae. Es una voz que se hace escuchar. Te arriesgaste a seguir esa llamada más personal. Te jugaste. Hiciste un ejercicio muy importante de tu libertad y confiaste en la Iglesia para que te guiara en descubrir si esa voz era real y si te hablaba llamándote directamente a vos a dejarlo todo”.
Y agregó “después de este camino del seminario, en el que se te ofreció un espacio y un tiempo privilegiadísimo, estas aquí y ahora frente a Dios y frente a su Iglesia, diciéndonos que encontraste el sentido de tu vida. Nos estás expresando, que tu vida tiene sentido por Cristo, con Él y en ÉL. Que el sentido de tu existencia lo encontraste en Jesús a quien reconoces como el Viviente. En este compromiso que estás haciendo para toda tu vida, nos estás manifestando que crees y aceptas al Jesús de la historia que revolucionó las culturas de todos los tiempos con su Palabra y cuya resurrección, hace nuevas todas las cosas (AP 21,5). Y estás dispuesto a vivir y a morir por Él. Así interpreto este texto de Juan que hemos proclamado y del cual te inspiras para tomar tu lema sacerdotal: “Permanezcan en mi Amor”. (Jn 15,9-17). Esta Palabra de Jesús: Permanezcan en mi Amor, entiendo que es para vos como una primera gran síntesis, una Palabra aglutinadora y ordenadora de todo. Es una Luz, un primer gran acercamiento al sentido de tu vida y de todo. Hablamos de un Amor total, absoluto, de pura entrega. Un Amor de amistad que da frutos, que llena tu existencia y te salva”.