En medio del conflicto por las paritarias, el sindicato de trabajadores lecheros decidió ir a un paro por 24 horas, sin guardias, que comenzó este lunes y finaliza mañana. La decisión tiene que ver con los comunicados del Centro de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Pymes Lácteas (Apymel), que se negaron a subir los salarios por la crisis que desató la pandemia de coronavirus.
Pero el cese de actividades que implementó Atilra llegó con una novedad: para no tirar la leche, el gremio ofrece procesarla solamente si las empresas la donan a comedores y a sectores carenciados.
La medida apunta a que “no haya ningún riesgo de pérdida de materia prima“, y busca, según explica Atilra, que los descuentos en salarios y presentismo se redirijan a “distintas entidades de bien público” para “asistir a los sectores más castigados y vulnerables de nuestra sociedad, y así paliar en parte las vicisitudes nutricionales que sufre gran parte de la niñez de nuestro país”.
“El compromiso que aquí asumimos lo mantendremos siempre y cuando el sector empresario se comprometa a donar esa leche y/o productos a aquellos hogares de niñez desprotegida”, señaló el sindicato, al tiempo que remarcó que “como el sector empresario ahorrará en salarios, será una manera de socializar parte de las pérdidas entre industriales y trabajadores sin afectar al productor tambero“.