Vecinos de los barrios Elli, Ameghino, La Concepción y otros de la zona, viven día a día un calvario a la hora de salir de sus casas para ir a la zona céntrica de la ciudad o regresar desde ahí a sus hogares. “La verdad el estado en ese tramo es más que calamitoso, es terrible”, contaron temerosos de que suceda algún siniestro vial quienes transitan por el lugar a TRIBUNA DEL PUEBLO.
La Avenida Domingo Fernández Beschtedt recuerda a quién fuera comisionado municipal en 1917. Beschtedt entre otras cosas, salvó el edificio del viejo Cabildo, lo destinó al Museo Histórico y redactó el decreto de su creación, firmado el 31 de diciembre de ese año. Pero no sólo en Luján hizo historia: Colonizador de la Patagonia, fundó allí la primera cabaña de lanares. En Bahía Blanca instaló la primera Escuela Práctica de Mecánica Agrícola y aquí en su campo la primera Comuna Agrícola. Como Administrador General de los Ferrocarriles del Estado, proyectó e inició la construcción de la Línea Salta – Antofagasta, posibilitando la salida al Pacífico de una enorme región argentina, llevó el ferrocarril a Bariloche y fundó la Cooperativa del personal ferroviario. Amó lo árboles y enriqueció con ellos nuestra tierra. Puso su pasión, su talento y fortuna al servicio de su ciudad, su provincia y su país.
La arteria que lo homenajea en Luján tiene dos realidades distintas: A un lado y a otro del la Autopista Buenos Aires – Los Andes, conocida como el Acceso Oeste, aunque comience unos kilómetros más adelante. Desde la Autovía y hacia el centro de la ciudad fue totalmente renovada con fondos provinciales y es una moderna avenida de doble mano con dos carriles por lado, semaforizada y parquizada en el boulevard central.
Ahora bien: Hacia el otro lado de la Autopista, donde se hallan entro otros los barrios Elli, Ameghino, La Concepción, el Hotel Howard Johnson, el Aeroclub Luján, y otros barrios, la historia es opuesta. Enormes cráteres, pozos, baches, pedazos de asfalto sueltos, banquinas descalzadas, son algunas de las problemáticas que quienes transitan diariamente o no por el lugar padecen.
“Hay cascotes sueltos, con riesgo de pegarle a los autos, hay que pasar lento porque toca el auto en los pozos. Los días de lluvia es un desastre por el paso de los camiones con materiales de construcción hacia los barrios nuevos, todo el tramo está muy mal, parece una carrera de Fórmula 1, los autos van zigzagueando para esquivar los pozos que ocupan toda la calle”, contó indignado un vecino de uno de los barrios de la zona.
Todos temen que suceda una tragedia o que, como sucedió en la entrada a Jáuregui el fin de semana pasado, alguien rompa su auto. Tanto como el camino de entrada a aquella localidad, “la Beschtedt” no admite más remiendos, hay que repavimentarla, sólo eso será la solución.