La semana pasada el tataranieto del prócer Bernardo de Irigoyen, que en su memoria lleva su mismo nombre, y su esposa María del Carmen Maciel, donaron al Museo Histórico Municipal un antiguo mueble que tiene más de 200 años y que perteneciera Don Fermín Irigoyen, padre de Bernardo. El museólogo Eduardo Piccinini está realizando los trabajos de limpieza y conservación pertinentes para su puesta en valor.
El matrimonio Irigoyen fue vecino de General Rodríguez, del barrio La Capilla y están abocados a la búsqueda de otros objetos personales de la familia que en los próximos días donarán a la institución del Museo.
En el mes de enero se acercó otro tataranieto del prócer, Miguel Ángel Martínez Gálvez, con una donación consistente en un retrato de Fermín de Irigoyen y otro de su esposa, padres de don Bernardo, siendo óleos de época, un manuscrito con su firma y la primera hoja de la revista «Mosquito» con su imagen y un artículo sobre Irigoyen.
Además, desde la comuna indicaron que se están remodelando y reacondicionando los ambientes para ubicar las importantes donaciones que realizan los vecinos y también para desarrollar las actividades y proyectos programados, tales como refacciones, reordenamiento de los estudios de la historia local, recopilación de historias, fotos y documentos aportados por vecinos.
Se está restaurando el antiguo galpón de ladrillos de barro, con pisos de ladrillo, donde se realizaban labores de curtiembre y cuya idea es preservarlo para convertilo en una réplica de lo que fueron las pulperías.
El Museo interactúa entre el sector digital, la biblioteca y el acervo histórico, su uso es libre y gratuito tanto para historiadores, investigadores, estudiantes como público en general. De esta manera el patrimonio histórico de los rodriguenses se va enriqueciendo.