Encabezados por sus asesores, presbíteros Emiliano Aguirre y Federico Telles, los miembros del equipo de Pastoral Juvenil de la arquidiócesis de Mercedes-Luján participaron en la ciudad de Chacabuco de una convivencia en la que trabajaron en el discernimiento de las líneas pastorales y las prioridades para 2020, y eligieron el lema que acompañará a la comunidad: “María, de tu mano, al encuentro de mi hermano”.
La Pastoral Juvenil de la arquidiócesis de Mercedes-Luján participó de una convivencia de dos días en la ciudad de Chacabuco. El encuentro fue acompañado por sus asesores pastorales, presbíteros Emiliano Aguirre y Federico Telles, y contó con la visita del arzobispo, monseñor Jorge Eduardo Scheinig.
Durante las dos jornadas, los jóvenes se dedicaron a la oración y al discernimiento conjunto de los lineamientos pastorales a seguir durante 2020 con el nuevo equipo de pastoral, con vistas a una comunidad que integre a miembros de las distintas ciudades que conforman la extensa arquidiócesis.
El presbítero Aguirre explicó que la convivencia tuvo como objetivo lograr que se integren al equipo jóvenes de las parroquias de distintas ciudades. A esos fines, convocaron a miembros de Navarro, General Rodríguez, Lobos, Junín, Chivilcoy, entre otras comunidades.
Uno de los ejes estuvo centrado en plantear los ideales de la Pastoral de Juventudes, “hacia dónde queremos ir, nuestra espiritualidad, el lema que queremos trabajar durante 2020, cuáles son los elementos que nos caracterizan como diócesis”.
“Veíamos que un elemento importantísimo que nos caracteriza como diócesis es el santuario y la Virgencita de Luján. Uno dice Mercedes-Luján e inmediatamente se le viene a la mente la basílica, esa casa de nuestra Madre que nos espera para recibirnos a todos, entonces consideramos que es un elemento fundamental y que no tenemos que dejar de lado”.
Por eso la elección del lema: “María, de tu mano, al encuentro de mi hermano”. Bajo la protección de la Virgen de Luján, que “camina con nosotros”, se plantea la necesidad de una Iglesia joven “en salida”. Y teniendo como prioridad la unidad y el acompañamiento, “queremos salir al encuentro de aquel que no está cerca o aún no ha hecho experiencia del amor profundo que el Señor nos tiene”, expresó el sacerdote.
El foco estuvo puesto en la necesidad de acompañar durante todo el año a los jóvenes, y no solamente en las actividades puntuales que se proponen desde la Pastoral, sino también a través de herramientas que puedan ser plasmadas en el día a día de cada grupo: “Decimos Pastoral de Juventudes porque queremos abarcar como pastoral juvenil todas las realidades. Queremos ser una pastoral que acompañe los procesos de los jóvenes, no solamente dedicarnos a algunas actividades que vamos a realizar durante el año, porque estas actividades tienen que ayudarnos a nosotros a encontrarnos con Jesús, a hacer experiencia de comunidad, a hacer experiencia de jóvenes que están en la misma situación y en distintas parroquias, para que después cada uno pueda trabajar en su comunidad eso que vivió ahí, y además vivirlo en su vida”.
“Como Pastoral Juvenil no vamos a poder abarcar todas las realidades, pero si brindamos herramientas a las comunidades y a los sacerdotes encargados de cada comunidad, quizá podamos llegar a muchos de ellos”, anheló el presbítero. “Queremos ser una Pastoral que salga al encuentro de nuestros hermanos jóvenes que esperan el testimonio de fe de otros jóvenes”.
Durante la convivencia, cada grupo eligió el apostolado que va a realizar este año: Algunos estarán en la organización de la Acampada, otros del ENAP (el encuentro de prejuveniles), otros en la misión que se desarrollará en julio, y otros asumirán el desafío de acompañar la Pastoral Universitaria.