Luego de que miles de personas marcharan hasta la Basílica, el obispo de Morón, Jorge Vázquez, llevó adelante la misa central que dio el cierre de la peregrinación. “Supo llevar como lema este anhelo profundo de unidad y fraternidad, ‘con María construyamos una Patria de hermanos”, expresó en su homilía.
Este sábado y domingo se desarrolló la edición número 45 de la clásica caminata religiosa, que transcurrió en los casi 60 kilómetros que separan al Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, de Luján, en la provincia de Buenos Aires. A las 7 de la mañana de este domingo, la Iglesia brindó su misa de cierre.
“Esta peregrinación juvenil a Luján, que ya es de todo el pueblo de Dios, haciéndose eco de los deseos y esperanzas que anidan en el corazón de nuestro pueblo, supo llevar como lema este anhelo profundo de unidad y fraternidad, sintetizado en el lema ‘Con María construyamos una Patria de hermanos’”, compartió Vázquez en la Plaza Belgrano.
Ante cientos de personas, cansadas por la travesía, afirmó: “María quiso quedarse aquí junto al río Luján para cuidarnos y protegernos, para animarnos y acompañarnos en nuestro caminar como pueblo. Un pueblo sediento de paz y hambriento de justicia, un pueblo que no quiere ningún tipo de grieta y enfrentamiento estéril, un pueblo cansado de divisiones”.
“La peregrinación es como un signo del caminar del pueblo argentino, en el que no solo es importante el destino al que se llega, sino el mismo caminar, que no hacemos solos, sino con los otros, compañeros de ruta, peregrinos como nosotros. Se trata de aprender a caminar juntos, lo cual implica el esfuerzo por dejar de lado las actitudes individualistas”, concluyó.