Así lo revela un informe sobre la participación de los tambos en relación a su tamaño medido en litros de leche diarios del mes de mayo de este año.
El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) elaboró un informe sobre la participación de los tambos en relación a su tamaño medido en litros de leche diarios del mes de mayo de este año.
Se observa que los tambos de menos de 2.000 litros diarios de leche que representan el 61,3% de las unidades productivas, aportan el 23,6% de la leche total, y en el otro extremo los tambos de más de 10.000 litros diarios, que son sólo el 2,7% del total, aportan el 19,1% del volumen total.
En los meses de máxima producción (septiembre -diciembre), el estrato más grande, superaba a los dos de menor producción. Los 285 tambos del estrato de más de 10.000 litros que producen un promedio de 16.951 litros diarios en promedio, aportan la misma cantidad de leche que 5.724 tambos que producen menos de 2.000 litros.
Tambo promedio creció 1,2% anual
Tamaño (litros de producción diaria) no es sinónimo de productividad y eficiencia, pero sí se puede ver que la escala de producción permitiría lograr ingresos netos totales (si estos son positivos) que puedan satisfacer las necesidades de retiro empresarial. Un tambo de 1.500 litros diarios, o sea 45.000 litros mensuales, en el supuesto caso que logre un Ingreso Neto de $ 1,50 litro de leche, sólo obtiene una posibilidad de retiro empresarial de $ 67.500 mensual, valor bastante más bajo que el salario bruto industrial del sector en un empleo no calificado.
Por otro lado, se calculó la producción diaria promedio de un tambo y el resultado fue de unos 2.468 litros de leche diarios para mayo de 2019, un 4,6% más que el año anterior (cabe acotar que la producción total interanual en mayo 2019, cayó un 1,7%). Si se evalúa su comportamiento en el tiempo, a pesar de la disminución en el número de unidades productivas y en el número de vacas, el tambo promedio presenta en el período 2009-2019 una tasa de crecimiento acumulada anual del 1,2%, lo que permite el sostenimiento de los niveles productivos agregados a nivel país.
“Se debe a factores climáticos y económicos”
En ese sentido, Gustavo Seia, productor lechero y titular de una Pyme quesera en Villa María, Córdoba, en diálogo con El ABC Rural, además de lamentar la situación de concentración de la producción que viene de muchos años, explicó que “se debe a factores climáticos y económicos y los tambos más chicos son los que más sufren este tipo de situaciones, a diferencia de las megaestructuras productivas que siempre son las menos resentidas porque tienen más espalda para sobrellevar la situación”.
Además, recordó que “para el caso de las Pymes queseras siempre es más complicado renovar o adquirir tecnología, y sin automatización los costos son más elevados lográndose menor rentabilidad”.
Por último, Seia, manifestó que “la falta de producción de leche hoy hizo que se mejoraran los precios, pero no sabemos lo que pasará cuando vuelva a reactivarse, aunque en nuestra zona (Villa María) las perspectivas productivas no son las mejores, debido a que la humedad no disminuye, y al estrés calórico del verano ahora le sumamos este inconveniente”.