A partir del 15 de abril, el peso res con hueso será sancionado si es inferior a los 140 kilos, mientras que en el caso de los machos el peso res con hueso quedó en 165 kilos, tal como estaba establecido.
A través de la Resolución 74, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional anunció la reducción del peso mínimo de faena para hembras bovinas.
De esta manera, a partir del 15 de abril de 2019, la comercialización con destino a faena o la faena comercial de animales bovinos hembras será sancionada para ejemplares cuyo peso res con hueso sea inferior a los 140 kilos, mientras que en el caso de los machos el peso res con hueso deberá que ser mayor a165 kilos, tal como estaba establecido.
En tanto, quedarán exceptuados los animales que por razones sanitarias o nutricionales no logren alcanzar el peso establecido, siempre y cuando su destino comercial sea conserva y/o manufactura y/o chacinados.
“No se considerará infracción si hasta un 10 % de las reses que componen la tropa se encuentra por debajo de los pesos mínimos establecidos. En el caso que se supere dicho porcentaje, sólo se considerará en infracción la cantidad de reses que sobrepase el porcentajede tolerancia establecido”, aclaró la Secretaría de Agroindustria en el texto de la norma.
LOS MOTIVOS
La decisión de Agroindustria no es menor, dado que se trata de un reclamo que el sector ganadero inició hace unos meses.
“Desde el punto de vista de la producción ganadera, por razones propias de la biología,la conversión de alimentos a carne es menos eficiente en las hembras que en los machos”, argumentó en la resolución.
En ese sentido, explicó que esta característica “hace imprescindible en el engorde de hembras cumplir con ciertas prácticas productivas y de alimentación sin las cuales se producen inadecuadas relaciones músculo/grasa, tanto en la grasa de cobertura como intersticial”.
“Estas prácticas introducen un costo adicional en la producción de hembras en relación a la de los machos”, dijo Agroindustria, y resaltó que en muchas zonas del país las características de los sistemas productivos “hacen inviable la terminación de las hembras en las mismas condiciones y tiempos que los machos para alcanzar el mismo peso”.
Asimismo, consideró “pertinente tener en cuenta esta particularidad para que la producción de hembras encuentre oportunidades de abastecimiento de los mercados en condiciones económicas razonables que no afecten el libre juego”.
“Fijar para las hembras un límite de peso de faena inferior al de los machos no afecta la producción global de carnes, ya que genera una mejora en la rentabilidad por mejor aprovechamiento de la eficiencia de conversión y una disminución de la necesidad de traslados de hacienda en diversas zonas ganaderas”, concluyó.