El cardenal Vicent Nichols, responsable del Grupo Santa Marta (GSM), creado por el papa Francisco para la lucha contra la trata de personas, encomendó a la Virgen de Luján a “los que están sufriendo como víctimas del tráfico de personas, a los que han perdido toda esperanza y a los que están bloqueados en la oscuridad de su oscuridad”.
El purpurado inglés hizo esta petición durante una misa que presidió en la basílica de Luján, hasta donde se trasladaron los participantes del Encuentro Latinoamericano sobre Nuevas Esclavitudes “Juntos contra la Trata de Personas” que hasta hoy se desarrolla en Buenos Aires.
La actividad es promovida por el Grupo Santa Marta (GSM), la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) a través del Departamento de Justicia y Solidaridad, la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes (CEMI), la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJyP), la Red Clamor y el Foro Internacional de Acción Católica (FIAC).
“Hay una especial oscuridad sobre la que deseo atraer la atención de ustedes, pues es la oscuridad que me ha traído aquí. Es la oscuridad del tráfico de personas, la oscuridad de la actual esclavitud moderna. Hoy hay más de 40 millones de personas en nuestro mundo bloqueadas en esta oscuridad, privadas de libertad, de identidad y de adecuada comida y albergue”, advirtió el cardenal Nichols.
“Ellas han sido engañadas, embaucadas y comercializadas, como si no fueran más que un objeto para venta y uso. El tráfico de personas ocurre en todos los países, probablemente en cada ciudad y pueblo. En palabras de Francisco, es ‘una herida en la carne de la humanidad’, ‘una gran herida en el Cuerpo de Cristo’”, agregó.
El referente vaticano destacó que en Luján “María es conocida por innumerables personas a lo largo de este país y de este continente como ‘la Madre de los humildes y de los pobres, Madre de los que sufren y de los simplemente esperan’”, por lo que encomendó a ella a “los que están sufriendo como víctimas del tráfico de personas, a los que han perdido toda esperanza y a los que están bloqueados en la oscuridad de su oscuridad”.
“Ella es su madre en una forma especial y hoy les encomendamos a ella. Rezo también para que cada uno de nosotros… Nosotros también podemos ir desde aquí con un corazón fresco y con una renovada disposición para servirle a quien es el único que puede abrir con fuerza toda oscuridad y traer a sus cautivos a su luz maravillosa”, afirmó.
El cardenal Nichols pidió a la Virgen de Luján que escuche las oraciones de los participantes de este encuentro por todas las víctimas del tráfico de personas y que fortalezca la decisión de cada uno de “luchar contra este mal”.
“Danos la disposición de cooperar efusivamente con todos los que comparten esta lucha y dan esperanza a los que habitan en su oscuridad. Te damos gracias, Madre bendita, por tu disponibilidad para hacer la voluntad del Señor. Toca nuestros corazones para que también nosotros podamos no tener miedo, sino para que podamos responder como tú a todo lo que se pide de nosotros”, concluyó.