Tanto en las aulas como en la calle, la Escuela y la Universidad Pública se defiende. Recortados los presupuestos, sin margen para seguir, 57 universidades nacionales están de paro indeterminado para mostrar las dificultades para funcionar. Y en Luján, se notó mucho la adhesión.
A las 16 inició la concentración y a las 17 arrancó la marcha hacia el Palacio Municipal. Más de 800 personas se plegaron a esta protesta. Un número más que significativo para lo que suele ser en estos tiempos las manifestaciones. Gremialistas, estudiantes, docentes, organizaciones sociales y políticas aunadas en una misma consigna: sin educación no hay futuro.
Tarifas impagables, combustibles y alimentos que todos los días suben, la industria nacional destruida, el mercado interno se desploma y paritarias a la mitad de lo que viene siendo el nivel de inflación.
Peligra la continuidad de las Universidades en todo el país. Recibieron el mismo presupuesto que en 2017 sin tener en cuenta lo proyectado y el ajuste inflacionario. Y se espera el congelamiento para el 2019. Es decir, un 70% de desfasaje en el financiamiento.
La finalidad de la educación es el desarrollo social y humano de la sociedad. Por esto mismo, es un deber defender la escuela y la universidad pública. Garantizar el acceso a la educación es un derecho y es dignificar a la ciudadanía.