Movimiento, música y emoción. Así se define la biodanza en Luján en su folleto publicitario. Y esto también le preguntamos a Fernanda Molina y Agustín Terrén, facilitadores de esta disciplina que tanto bien hace a la salud social de la comunidad.
En entrevista con Punto 3 FM 105.3 nos pudieron contar de qué se trata este sistema que afecta el estilo de vida. Mediante la danza y la música que son las herramientas con las que trabajamos, nos dice Agustín, intentamos que la expresión de cada ser humano salga de manera genuina y a partir de eso uno empieza a crear su día a día de otra manera: como yo quiero ser”. “No hace falta saber bailar, aclara Fernanda, nosotros tomamos la danza como originariamente fue creada por la civilización: movimientos plenos de sentido”.
Según Rolando Toro, fundador de Biodanza, “nace del deseo, de la falta de amor, de la soledad, como una nueva estética, diferente a la danza conocida. Que todos puedan bailar y no sólo los genios, los privilegiados de la danza. Todos, en medio del amor. El amor es mucho más que querer. El amor es una potencia organizadora que hay en el ser humano que trasciendo lo individual, tiene un sentido global, irradiante, poderoso, integrador, extraordinario. No es esa cosita restringida a lo individual. Despertar esa fuerza cósmica que es biodanza. La conciencia ética nace de la afectividad. Es una transmutación de valores y eso lo hace la afectividad.”. ( fuente: https://www.youtube.com/watch?v=kaBVe2PexUM).
En Luján hay dos grupos semanales. Los martes a las 19.30 y los jueves a las 18.30. Se encuentran en Hotel La Paz, 9 de julio 1054. “En biodanza aprendemos a reconocer qué nos está pasando, y poder expresar esas emociones para que después no se conviertan en enfermedad”. Apasionada al hablar, Fernanda completa “la mayoría de nuestros problemas en la vida cotidiana tiene que ver con la afectividad. Con el cariño, la caricia, la mirada, el contacto. En nuestros problemas laborales, con nuestros amigos, con nuestros hijos con la naturaleza, en realidad tienen que ver con el amor. Biodanza utiliza ese eje y esa energía para transformar la percepción de una persona de la vida. Es decir, no es que no te van a pasar cosas. Aprendemos a pararnos en un lugar para mirar la vida de otra forma, abordar los problemas de forma diferente, elegir vínculos sanos, el trabajo que deseo, el lugar donde vivo. Y si no lo puedo elegir, vivirlo más plenamente esa realidad. Es una pedagogía. Porque Biodanza se para en la salud de las personas y potenciamos las mejores cosas que traemos. Aprendemos a cuidar, a abrazarnos, a dejarnos proteger, a vincularnos con nosotros, a ser pacientes”.
Para ponerte en contacto, buscá Biodanza Luján en Facebook y comunicate con Fernanda y Agustín para conocer y empezar a disfrutar de esta disciplina.