El proyecto lleva varios años y fue mutando. Había nacido como un loteo de chacras, con parcelas de 900 o 1000 metros cuadrados y semanas atrás se convirtió en un aglomerado de 1200 lotes.
No es nuevo: En pleno tratamiento del COU en 2013 (Que terminó no sin polémicas) el proyectó mutó para presentarse como “una continuación del barrio Hostería” con lotes de entre 900 y 1000 metros cuadrados (Unos 600). No fue incluido en el proyecto que luego se votó en 2015 y se remodeló en 2017.
Según el Código de Ordenamiento Urbano aprobado por última vez el verano pasado, esa fracción sólo podría subdividirse en parcelas de entre 4.000 y 5.000 metros cuadrados. De uso Rural. O sea chacras.
«En aquel momento, se discutió lo que iba a suceder con toda la extensión desde las vías ferroviarias hasta Flandria, mano derecha yendo dedesde Luján Había tres posturas: 1) dejar todo como en el Plan Regulador (creo que es todo ACAI); 2) permitir la misma división que en la Hostería (900 m2) hasta el primer callejón (es decir, dejando afuera a «Rodizio»); 3) dar esos mismos indicadores hasta el segundo callejón (es decir, con «Rodizio» adentro), que es exactamente la misma línea hasta donde llega la Hostería San Antonio, que era lo mismo que preveía el proyecto de COU aprobado en 2007 (gestión Prince), sin que recibiera ninguna objeción de Provincia», contó un concejal a TRIBUNA DEL PUEBLO.
Lo cierto es que causó revuelo la metamorfosis que sufrió el proyecto original a través de una iniciativa conocida semanas atrás en el ámbito legislativo: Es que el Departamento Ejectuvo, precisamente la Secretaría de Obras y Servicios Públicos a cargo del Ing. Marcelo Gutiérrez, elevó un proyecto para urbanizar los campos de la calle Alsina, linderos a Rodizio, que contempla la friolera de 1.200 lotes de entre 300 y 450 metros cuadrados.
“Más que un barrio eso ya es una localidad”, argumentó un edil en diálogo con este medio. “Jáuregui tiene menos casas”, dijo otro.
El sustento legal para la realización de este loteo grande en dimensiones y en cantidad de parcelas, sería la Ley de acceso Justo al Hábitat, que promueve la participación del estado provincial, municipal y privados dueños de la tierra y reparte un porcentaje de los lotes para los actores intervinientes. Un aliciente para la antipatía que ha generado en el legislativo local es que de este loteo se obtendrían algo más de 200 lotes con fines sociales. Alguna voz ha manifestado por lo bajo que podrían destinarse al “Barrio de los municipales”, iniciativa presentada por Vanina Pascualín cuando era concejal.
Lo cierto es que, hablando de consorcios urbanísticos, el implementado en el Barrio Santa Marta aún no ha culminado. De hecho el estado municipal tiene en el “debe” la realización de varias obras complementarias y la finalización de las subdivisiones correspondientes a la totalidad de los lotes. Inclusive habría intenciones de los privados involucrados en la generación de aquel suelo urbano de accionar contra la comuna por el incumplimiento de los plazos establecidos.
La iniciativa de los privados, acompañada por el ejecutivo de este “nuevo” pero viejo loteo en la calle Alsina no gozaría del beneplácito de la mayoría de los concejales. Debiera tratarse en el HCD, se habló de una sesión extraordinaria sólo por este tema. Aún no se sabe si se realizará.