Viernes 12 de enero. 19 horas. El calor es agobiante, luego de la tormenta las calles continúan anegadas por desidia estatal. Hay reunión. Y una treintena de vecinos y vecinas se encuentran en la Sociedad de Fomento del Barrio San Pedro para seguir pensando acciones que interpelen al Ejecutivo Municipal a darles la respuesta favorable que esperan sobre la Quema del Basural.
En cada convocatoria se suman más participantes. Pero cuesta mucho acercarse aun sabiendo que están totalmente involucrados por la problemática. El aire es irrespirable, el ambiente insano, los trabajos en base al cirujeo con metodología extorsiva, negociados entre funcionarios y empresarios que hacen muy compleja la solución al tema del Basural Municipal. La Quema es la expresión de lo que significa la política: conflictos de intereses, pujas entre mezquindades y solidaridad, vida y muerte, hacer lo mismo de siempre y transformar la realidad.
El punto central de la reunión es que se pueda realizar la sesión extraordinaria del 22 de enero y que participe el intendente Oscar Luciani. Para eso, se plantearon distintas acciones para llevar adelante durante la semana para lograrlo. Ya cinco concejales firmaron la petición y esperan lograr las dos firmas restantes. Y sumar más ediles para generar más consensos. Es claro que el oficialismo se mantiene en bloque aun siendo un tema tan sensible a la salud de la población. Prefieren el juego partidario a la convicción republicana del debate abierto.
Ante la consulta, la respuesta es “no prestarse a un circo mediático” pero no proponen alternativas de solución a la problemática. Hablar de dificultades presupuestarias, deudas impagas a la empresa de relleno y evasivas a la rendición de los 8 millones de pesos a invertir en el 2016 luego de decretada la emergencia sanitaria.
De parte de las organizaciones involucradas, esperan lograr el amparo judicial y tratar de nacionalizar el conflicto y de ser necesario recurrir a foros internacionales para visibilizar el grave estado de salud ambiental por el humo, la intoxicación, la contaminación de las napas acuíferas y la invasión de roedores y la cadena biológica animal alterada que provoca toda clase de enfermedades y plagas.