Estaban destinados a reparaciones y restauraciones en el templo, declarado Monumento Histórico Nacional. En el recorte se suma la Iglesia de San Telmo y el Convento de Santo Domingo.
La poda presupuestaria también le tocó a la Iglesia. Según consta el decreto de 636 páginas publicado hoy en el Boletín Oficial, varias obras destinadas a mejorar la infraestructura religiosa tendrán que esperar. En principio, el más afectado fue el complejo que tiene como epicentro a la Basílica de Luján. La partida para «restauración y puesta en valor» de la iglesia restó en sus arcas 63,9 millones de pesos.
Las reparaciones de los edificios aledaños, como el Descanso de Los Peregrinos y también el bautisterio que está contiguo a la Basílica ya no tienen disponible el dinero para la reparación. A ellos se les restaron 35 millones de pesos. En total, alrededor de 100 millones de pesos que se habían reservado para que luzca mejor el principal epicentro de fieles y peregrinos de la Iglesia argentina ya tienen otro fin.
Todos estos cambios están inscriptos en la merma que tuvo un programa del Ministerio de Interior en el que se destinaron partidas que iban a mejorar estructuras edilicias de varias reparticiones públicas y que ahora tendrán otro fin. Este programa tuvo una merma de 340 millones de pesos, y entre los afectados, además de la Iglesia, se cuentan el Hospital Posadas (32 millones de pesos) y el edificio de Parques Nacionales (20 millones).