A través de Facebook, el edil escribió la que será su “única declaración pública” sobre lo ocurrido el lunes en la octava sesión del concejo deliberante. Acusó a concejales de la oposición de “destituyentes, cayendo en lo más bajo y vil de la sucia política, que es la banalización del dolor ajeno, utilizándolo como herramienta para obtener poder”.
A través de un duro comunicado, Carlos Pedro Pérez, se refirió a los vergonzantes hechos vividos el lunes en el marco de la octava sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante local. En el texto, señala que “Como ya nos tiene acostumbrados la oposición, hace años que no se respeta el orden del Día establecido para cada sesión. Seguramente, la idea sea privarnos del tiempo necesario para analizar y sentar posición sobre determinados temas, la mayoría conflictivos. Entonces, los presentan sobre tablas, ya que tienen las manos suficientes para decidirlo así. Al mismo tiempo, hacen que esos temas se traten prioritariamente, con la excusa que los vecinos interesados en los mismos se encuentran en el recinto y, por respeto a ellos, no se los debe hacer esperar”.
Contó que “el lunes, uno de esos temas fue un proyecto de decreto que pretendía conformar una comisión investigadora con el claro objetivo de destituir al Intendente. La Ley Orgánica de las Municipalidades no deja lugar a dudas. Si la falta que se le imputa al Intendente es un delito doloso, será destituido de pleno derecho frente a una sentencia condenatoria firme de la justicia. No hace falta comisión alguna ni decisión del Concejo, pero deberá esperarse el fallo de la justicia. Si, por el contrario, lo que se le imputara fueran deficiencias en la gestión que no configuren un delito penal, pero que pudieran derivar en un potencial o real perjuicio para el patrimonio municipal, entonces sí, lo que prevé la Ley para sancionar al Intendente es la constitución de una comisión investigadora que, asegurando el derecho a la legítima defensa, aconsejará al H.C.D. desestimar las denuncias, o la suspensión del Intendente, y hasta su remoción”.
“Desde mi bloque, tratamos de explicar esta circunstancia técnica, legal, y pedimos, para poder modificar el objeto de la Comisión que se pretendía crear, a fin de adecuarlo a lo que la Ley establece y permite, pasar a un cuarto intermedio que nos posibilitara consensuar la iniciativa. Vale aquí aclarar que sin nuestro voto el proyecto no se aprobaría (ya que se requiere una mayoría especial de los 2/3 de los concejales para crear este tipo de comisión investigadora)”.
“Al no permitírsenos proponer las modificaciones que hicieran “votable” el proyecto de creación de la Comisión, votamos en contra de la iniciativa y entonces, la comisión investigadora no se creó”.
Luego, pasó a relatar los hechos de violencia que prosiguieron a la votación “Ante esto, los hechos de violencia. Primero, los vecinos (unos 30) se abalanzaron contra las bancas y el estrado de presidencia, amenazando a los concejales e impidiendo continuar con la sesión (el Presidente tuvo que dar por finalizada la misma). Más tarde, estos mismos vecinos nos impidieron salir del recinto, literalmente (bien se lo puede constatar observando los diferentes videos que el periodismo, presente en el lugar, pudo tomar). Ante mi insistencia en dos oportunidades por salir del recinto, terminaron agrediéndome de todas las formas posibles. Luego, obviamente, la intervención de la policía para preservar nuestra integridad física y permitir que nos retiráramos del lugar. Acá vale una aclaración, ya que una persona que se autotitula “periodista”, pero que sin lugar a dudas solo logra bastardear la profesión, cuando nos retirábamos del municipio custodiados (cuidados) por el personal personal, no le tembló la voz para decir frente a su micrófono que nos íbamos “detenidos”. Y esto lo replicó no sólo a través del medio que le facilita el micrófono, sino que lo divulgó a través de diferentes medios de alcance nacional. Obviamente, me reservo el derecho a iniciar las acciones legales que correspondan a partir de esta calumnia”.
“Hasta acá, sucintamente, los hechos acaecidos. Sin embargo, no son los insultos, ni las agresiones, ni las amenazas o las acusaciones infundadas por parte de los vecinos lo más grave. Lo que en realidad me preocupa, como ciudadano interesado por la sana y honesta política, es la utilización que de estos vecinos afectados por las circunstancias de dolor que están atravesando ante la pérdida de un ser querido, hacen algunos concejales de la oposición, amparándose en un supuesto desconocimiento de las normas que nos rigen, y sabiendo que nunca llegarán, por estas vías, a buen puerto”.
“La intención es clara. Como no pueden obtener a través de las urnas, y por decisión de la ciudadanía, el lugar que dicen merecer, se constituyen en destituyentes, cayendo en lo más bajo y vil de la sucia política, que es la banalización del dolor ajeno, utilizándolo como herramienta para obtener poder. Llámeselo como quiera: populismo, demagogia, oportunismo… como quiera. Para mí no es, ni más ni menos, que una estafa sustentada en el desconocimiento y la buena fe de nuestros vecinos, para conseguir, no la justicia que dicen buscar, sino el poder a lo Pirro, ya que de otra forma no conciben la democracia”.