Hay 2019 para la Selección Femenina de Fútbol

El sueño de volver a participar de un Mundial Femenino luego de 12 años se cumplió. El martes 13 no tuvo influencias esotéricas, y la vuelta del repechaje en Panamá fue empate y clasificación.

El conjunto dirigido por Carlos Borrello fue al Estadio Rommel Fernández con la ventaja de 4-0 conseguida el pasado jueves en la cancha de Arsenal. Allí, la Albiceleste se dio el gusto de jugar ante más de 11.500 personas que festejaron los goles de Mariana Larroquette, Eliana Stabile (2) y Yamila Rodríguez.

Es la tercera vez que la Argentina clasifica a un mundial, la última fue en China 2007. El Mundial de Francia, se disputará del 7 de junio al 7 de julio del próximo año.

Leemos en «Comunicadas», «un colectivo comunicacional de mujeres que pretende cambiar el paradigma de los medios y aportar una mirada feminista«:

El fútbol de las mujeres también es capaz de llenar estadios como se vio en el partido de ida. El camino para llegar al Mundial no fue fácil, las jugadoras estuvieron dos años sin entrenador y al poco tiempo de retomar suspendieron sus entrenamientos ya que la AFA no les pagaba los víaticos prometidos. Tras dos años de inactividad, en agosto de 2017, las jugadoras regresaron al trabajo. Días más tarde, suspendieron sus entrenamientos ya que la AFA no les abonó los viáticos prometidos. Durmieron en micros, no les daban los botines, la gran mayoría tiene otro trabajo para poder vivir y hasta para promocionar las camisetas del equipo, la AFA contrató modelos.

El desarrollo del fútbol femenino es una cuenta pendiente en la Argentina. ¡Que las pibas lleguen al Mundial con los mismos derechos que los jugadores de la selección masculina!  ¡Vamos las pibas! Están haciendo historia y abriendo camino a muchas jugadoras. 
Es más que una clasificación mundialista. Es un gran paso en el reconocimiento de una actividad que exige trato igualitario. Desde el paro y el conflicto en 2017 se desató vertiginosamente para la Selección Femenina. Cuenta Daniela Lichinizer para Infobae que «Las futbolistas no solo lograron que se diera lugar a sus reclamos (concentraron y entrenaron en el predio de Ezeiza, hicieron giras internacionales, jugaron amistosos y recibieron trato de profesionales por parte de AFA), sino que su actividad adquirió una notoriedad inusitada e histórica. Nunca antes el fútbol femenino había sido tan convocante ni había recibido tanta atención en la Argentina«.

En un hecho sin precedentes, el partido de ida del repechaje en la cancha de Arsenal de Sarandí tuvo más de 11 mil espectadores (en su mayoría público femenino) y fue transmitido en vivo por televisión. Las redes sociales explotaron con el hashtag #EsLaHoraDeAlentarLAS, con el que se siguió el encuentro. Para la revancha en Panamá, cientos de mujeres y varones se reunieron en diversos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el país para seguir las acciones del equipo por TV. Los festejos se multiplicaron y la emoción desbordó en esos espacios.

Hasta altas horas de la noche del martes, la alocada celebración seguía en el hotel Crowne Plaza de la capital panameña con la capitana Estefanía Banini al micrófono y la locura desatada de jugadoras como Belén Potassa, Yamila Rodríguez y Mariana Larroquette, entre otras.