La Industria textil sigue acumulando una fuerte caída en su actividad

Según datos de la Dirección de Estadísticas bonaerense, en diez meses de 2017, textiles acumulan una caída del 14,4%. En Luján la preocupación es de los trabajadores porque los industriales (que tienen una estrecha o nula visión sobre empresas sustentables), no reaccionan ante las propuestas de solución.

La industria textil en la provincia de Buenos Aires sigue sin mostrar signos de recuperación. De acuerdo a datos publicados en las últimas horas por la Dirección de Estadística bonaerense, este sector registró en octubre de 2017 una caída del 5,3%, con un acumulado negativo que trepa al 14,4%. El organismo oficial detalló que se registraron disminuciones en la producción de artículos de cuero y en la confección de prendas de vestir; aunque la fabricación de hilados y tejidos mostró un incremento.

Durante el año pasado se realizaron decenas de reuniones donde especialistas locales expusieron a miembros de la Cámara de la Industria Textil local (industriales que tienen una estrecha o nula visión sobre empresas sustentables) distintas soluciones de alcance nacional y provincial a la complicada situación del sector. En ese sentido se explicó en esas reuniones la serie de herramientas para la administración del comercio que son fácilmente aplicables desde el punto de vista tecnológico, para que los productos provenientes de la importación (Principal flagelo para los textiles desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri y se abrieron indiscriminadamente las importaciones) sean prácticamente imposibles de competir con los de fabricación local.

En cuanto a esas herramientas, el Especialista Ángel Cirocco había comentado a TRIBUNA DEL PUEBLO el año pasado que “no se trata de prohibir las importaciones, sino de administrar técnicamente el ingreso de esos productos de calidad inaceptable que hoy llegan desde el exterior sin control de ningún tipo, y sin respetar talles de las normas argentinas emitidas por IRAM”. “Llámese red de contención a las reglas de la Organización Mundial de Comercio, y en este caso de los denomina Obstáculos Técnicos al Comercio, pero no como un obstáculo de importación o comercialización, sino como un obstáculo a los productos que no cumplen con un piso mínimo de calidad establecido por una norma técnica internacional” explicó.

En otras palabras, “si los productores locales elaboran productos de calidad cumpliendo con un piso mínimo internacionalmente aceptado, en el país solo deberán comercializar productos que logren ese nivel. Esta simple pero tecnológica barrera, por sí misma impide el ingreso de productos textiles que se encojen al primer lavado, que se destiñen sobre la piel a la primer postura, que toma llama ante pequeñas chispas y que genera alergias por inadecuados niveles de pH”, por citar algunos ejemplos.

En tanto, mientras se avanzaba en el estudio y puesta en marcha de esas herramientas en Luján y para Luján el Laboratorio y Centro Tecnológico Shitsuke, dirigido por Cirocco, desarrollo una investigación concerniente a la aplicación de Nanotecnologías en la Industria Textil, que fuera presentada en el mes de julio en el Complejo Museográfico Enrique Udaondo, con la presencia de productores textiles, funcionarios municipales, provinciales y nacionales y medios de comunicación.

Allí el Secretario de Producción de la comuna, Miguel Paulón había mostrado su satisfacción por el encuentro comentando a TRIBUNA DEL PUEBLO que la iniciativa estaba “orientada a generar innovaciones que tengan una diferenciación de nuestro sector textil respecto de lo que puedan fabricar otros sectores en el país y en la región, la articulación entre la academia el estado y la sociedad es importantísima, tener presente a los consumidores, los destinatarios de estos desarrollos y que podamos encontrarle una alternativa al sector textil”.

Esa diferenciación, apuntaba a que en Luján se produzcan tejidos resistentes a los líquidos (hidrofóbicos), resistentes al fuego y con un poder germicida y antibacterial que alcanzaba a inmunizarlo de más de 700 bacterias, haciéndolo óptimo para el uso hospitalario. Desde Luján se podría dotar a toda la provincia, el país y la región con este tejido único en sus características.

Pero “los productores” no han avanzado en esa iniciativa. Desde otros estamentos han existido reuniones con funcionarios nacionales y provinciales de distintos ministerios y organismos técnicos para plantear el avance de este paliativo para la industria local. Inclusive se ha logrado interesar personalmente a la gobernadora María Eugenia Vidal sobre el tema.

Pero… La inacción de los principales involucrados (industriales que tienen una estrecha o nula visión sobre empresas sustentables) desalienta. Personalmente he asistido a reuniones donde se conversaron estos temas, pero no logran los representantes de la industria aún entender de que se trata. Entender que es una salida a largo plazo, entender que no es “pan para hoy y hambre para mañana”, como pueden ser ayudas económicas, subsidios, REPRO y demás.

La solución a la delicadísima situación de la industria textil está, hay que HACER para plasmarla en la realidad. Deben ser los principales protagonistas los que empujen y trabajen.