Otra vez escándalo en el Concejo Deliberante

En el marco del tratamiento del proyecto del princismo pidiendo el “cierre” de la planta de generación de energía cuyas obras se encuentran paralizadas en el predio cerrado de las rutas 6 y 34, vecinos de otros distritos se expresaron en contra de la instalación de la empresa. La iniciativa no se aprobó dado que la oposición contaba con nueve votos y el oficialismo la rechazó de plano con las diez manos de su bloque. Por esto la bancada oficialista recibió todo tipo de agravios e insultos.

El tema de la instalación y funcionamiento de la central de generación de energía de la empresa Araucaria Energy en el cruce de las Rutas 6 y 34 parece no tener fin. Es que este lunes, luego que las obras frenaran y el predio se cerrara meses atrás, el princismo presentó un proyecto de comunicación pidiendo el “cierre” de la obra, que ya está cerrada. En la misma comunicación solicitaron además que el Intendente Luciani “aclare desde que dependencia u organismo y que funcionarios fueron los que lo presionaron para que se instale la central en Luján”. Esta última afirmación se desprende de declaraciones que habría hecho jefe comunal a vecinos en una reunión por el polémico tema meses atrás.

El bloque de Miguel Prince había solicitado también el alejamiento de los funcionarios Marcelo Gutiérrez y Carlos Patetta de la gestión, por la intervención de ambos en los expedientes que llevaron a la instalación de la generadora de energía en Luján.

La iniciativa fue desestimada en votación por el cuerpo legislativo. 10 votos del oficialismo contra 9 de la oposición bastaron para hacerlo.

El resultado de la votación derivó en una seguidilla de hechos bochornosos que involucraron a varias personas que estaban presentes en el recinto que a los gritos y de manera muy violenta que comandados por el militante princista Santiago Deschutter se dirigieron a los ediles de Cambiemos acusándolos de asesinos, corruptos, inútiles, basuras,  inclusive comparándolos con el nazismo. En un momento algunos de los que insultaban se acercó a las bancas de los ediles golpeando las mismas con los puños, a manera de protesta, mientras continuaban a los gritos con los reclamos por la votación. El propio Deschutter en dos oportunidades tuvo que calmar a exaltadas mujeres que criticaban airadamente la postura de los ediles oficialistas.

“Vamos a hacer la revolución con esta mierda de la termoeléctrica, les vamos a arrancar las tripas a todos”, se oyó decir a una exaltada manifestante.

 

Cuando los ánimos comenzaban a calmarse, manifestantes reclamaban continuar sus alocuciones en contra de la instalación de la central generadora de energía. Pero al votarse la moción para abrir el cuerpo “en comisión” nuevamente, el oficialismo votó por la negativa, dado que el tema ya había sido tratado: Al no poder torcer la voluntad del bloque mayoritario, el princismo optó, como en la primera sesión preparatoria, por levantarse de sus bancas y dejar sin quórum la reunión. La decisión fue acompañada por los concejales Martini, Capelli, Jurina, Scarzo y Neto.

Desde la presidencia Fernando Casset, pedía a los ediles que no se retiraran, y una vez sucedido esto que vuelvan para continuar con el orden del día. Restaban por tratarse el tema de la ampliación del convenio de fotomultas en el distrito y una rezonificación de un predio den el barrio El Ombú de Villa Flandria donde once familias están construyendo sus viviendas. (El predio figura como espacio verde y hay que cambiar la nomenclatura a los fines de avanzar con los trámites de división y parcelamiento de los terrenos).

Finalmente transcurrida más de una hora, se hicieron presentes en el recinto los concejales Martini, Jurina y Scarzo para dar quórum y así tratar la rezonificación del predio del barrio El Ombú, aclarando que “lo hacían por los vecinos” y que sería el único tema que tratarían. Así fue, la rezonificación “salió” por unanimidad de los concejales presentes y el presidente del cuerpo, Fernando Casset, levantó la sesión.

Queda por tratarse el tema de la ampliación del convenio de las denominadas “fotomultas” que el gobierno municipal busca aprobar casi con premura.